La parada de máquina es un evento operativo con potencial impacto al medio ambiente acuático. Pero, con la realización exitosa de las maniobras, se realiza un aprisionamiento de un número significativamente menor de peces. Eso refleja en la baja significancia de este impacto, ya que este es un factor resultante de la conjugación de varios otros como severidad/intensidad (fuerte o débil), alcance (si local o regional), detección (si fácil y de acción rápida o no) y duración.

El evento puede ser analizado como de impacto significativamente bajo para la actividad de mantenimiento de las unidades generadoras, pues la acción viene ocurriendo considerando la intensidad (cantidad de peces capturados) baja, asociada a la rápida detección que requiere la toma de medidas de soltura rápida y, también, en una duración corta, garantizando la mayor tasa de supervivencia de los especímenes rescatados y sueltos.

La parada de máquina es precedida por una planificación detallada y como resultado final se produce un cronograma de las actividades a ser realizadas, en que queda explícito el responsable por la acción y su duración. Durante esta etapa son llamadas a participar de la reunión todas las áreas involucradas, inclusive biólogos y técnicos de la Superintendencia de Gestión Ambiental, responsable por el rescate de peces dentro de la unidad generadora.

El factor intensidad es controlado por la interrupción del flujo de agua en el momento más cercano posible de la actividad de colocación de las compuertas de mantenimiento del curso de agua, lo que impedirá la entrada de peces hacia adentro del tubo de succión de la unidad generadora. El factor detección es controlado por la planificación, que prevé exactamente el momento que el equipo entrará para hacer el rescate – y nunca sobrepasando el segundo día de parada de la unidad generadora.

Una acción mal elaborada podría resultar en impacto significativamente mayor, lo que nunca ocurrió, permitiéndose relatar como de significancia baja de acuerdo con la cantidad de peces rescatados, factor este ligado a la severidad/intensidad.

Desde 1987, fueron rescatados 73 mil peces de las unidades generadoras por los equipos de la División de Reservorio brasileño y paraguayo. En el año 2018, 475 peces de 46 especies fueron retirados de las unidades generadoras y liberados en su ambiente de origen, después de 14 operaciones realizadas para retirar los peces aprisionados en los conductos forzados, by-pass y toma de agua de las unidades generadoras durante paradas para mantenimiento.

También en el período analizado, fue firmado un convenio con la Universidad Federal de Paraná para el desarrollo de herramientas de monitoreo de la biodiversidad de peces empleando ADN ambiental. A lo largo del año, 25 muestras de tejido de 18 especies fueron agregadas al banco de muestras y permitirán el desarrollo de la primera etapa de trabajo, que es el establecimiento de un banco de ADN de referencia.