Desempeño Operativo [102-15, 103-2, 103-3, 201-2, 413-2, EU2, EU6, EU21, EU30]

Producción de Energía Eléctrica [EU2]

Esa eficiencia ha sido ilustrada por un concepto llamado “danza con el agua”, que establece un sistema de coordinación de decisiones referentes a la disponibilidad programada de los activos de generación y transmisión, sistemáticamente a la señal hidrológica y eventualmente a la señal de demanda de consumo de los clientes.

Danza con el Agua

[103-2, 103-3, 201-2, EU6]

Este concepto abarca trabajos integrados de las Superintendencias de Ingeniería, Obras, Mantenimiento y Operación.

La producción de energía en una central hidroeléctrica está directamente relacionada a cuatro factores: afluencia, disponibilidad de las máquinas, disponibilidad de la transmisión y consumo. Tan importante como esos factores, es la coordinación en su uso, con objetivo en la optimización de la producción y del flujo de la energía.

El agua del reservorio de Itaipu depende de lluvias y de los reservorios de las regiones Sudeste y Centro-Oeste, así como de los flujos de los ríos incrementales como Piquirí, Ivaí y Tibagi, en el estado del Paraná.

Las actividades de ingeniería, obras, montajes, operación y mantenimiento impactan directamente en la disponibilidad e indisponibilidad forzada de los equipos de la central, inclusive de las unidades generadoras. Mantenimientos preventivos e inspecciones de operación son dos ejemplos de esas actividades. En 2018, no hubo falla humana en la operación en tiempo real con impacto en la producción y/o en los equipos, lo que contribuye a la prevención de accidentes y a un bajísimo índice de indisponibilidad forzada del 0,09%.

El calendario y el tiempo de ejecución del mantenimiento interfieren en la disponibilidad programada y en la indisponibilidad forzada de las unidades generadoras, que inclusive superó sus metas en el año. Los resultados representaron elevado índice de confiabilidad del sistema, ya que ellas estuvieron casi todo el tiempo preparadas para producción y el agua del reservorio fue aprovechada prácticamente sin desperdicio.

Este plan anual de mantenimiento riguroso es combinado, con seguridad, al escenario hidrológico, a fin de cumplir con las demandas de consumo de los países, que se realizan por medio del Operador Nacional del Sistema (ONS), en Brasil, y de la estatal Ande, en Paraguay. Se destacan también, como parte de la danza con el agua, los análisis de riesgos y oportunidades asociados a los cambios climáticos y posterior adopción de medidas. El constante control del nivel del agua en el reservorio, sea en período de escasez o abundancia, y la búsqueda por la optimización de la producción generan efectos en el sector de los dos países. [201-2]

Factor de Disponibilidad de las Unidades Generadoras de la Central

[EU30]

En 2018, fue registrado el mejor índice histórico, de 97,16%, cumpliendo la meta establecida de obtener un valor igual o mayor al 94%. El factor promedio de disponibilidad mide el porcentaje de tiempo durante el cual las unidades generadoras permanecieron en operación o estuvieron disponibles para la producción de energía.

Factor de Capacidad Operativa

El Factor de Capacidad Operativa (FCO) de 2018 fue 99,27%, por encima del valor promedio de los cinco años anteriores (97,73%) y el segundo más alto del historial, o sea, casi todo el volumen del agua que pasó por la central fue transformado en energía, como indica el siguiente gráfico.

Seguridad de la Represa y Crecidas en el Rio Paraná

[103-2, 103-3, 413-2, EU21]

Cada cuatro años, como medida de seguridad, Itaipu realiza la Reunión de Consultores Civiles – Board. Creado en 1974, es un grupo de ingenieros civiles reconocidos por su alto nivel de conocimiento técnico sobre el proyecto de construcción de la central y el desempeño de sus estructuras civiles.

Esos especialistas analizan los datos sobre las condiciones de la estructura de la represa (auscultación) relevados a lo largo de los cuatros años anteriores y hacen inspecciones visuales en toda la central para medir sus condiciones de uso y de seguridad. Como previsto, fue realizado el Board 2018, confirmando que Itaipu se mantiene entre las represas más seguras del mundo, y presentando acciones de prevención a ser realizadas en los próximos años para ser evaluadas en el Board 2022.

Constantemente, son monitoreadas las condiciones de seguridad de la represa por alrededor de tres mil equipos, así como por los técnicos de la propia Itaipu, que forman inspecciones visuales y lecturas manuales para chequear si hay alguna modificación en las estructuras, fundaciones e instrumentos. También con objetivo en la seguridad la empresa mantiene el Centro de Estudios Avanzados en Seguridad de Represas (Ceasb).

Por ser una central a filo de agua, o sea, sin posibilidad de variación sensible de la cuota de su reservorio, Itaipu tiene reducida capacidad de amortecimiento de las crecidas. A pesar de eso, la central busca operar de modo a minimizar impactos de crecidas en comunidades bajo la represa.

Para garantizar la seguridad de la población, es mantenido un Plan de Acción de Emergencia, con alcance binacional, y una Comisión de Crecidas que monitorea volúmenes de agua recibidos, inclusive de lluvias localizadas sobre el reservorio y su represa de contribución. La empresa emite diariamente un boletín hidrológico, informando niveles del Rio Paraná río abajo de la central en diversos puntos de interés, en los márgenes brasileño y paraguayo, así como los estados considerados como normal, atención, alerta y grave. [413-2, EU21]

Siempre que las simulaciones hidrológicas identifican posibilidades de impactos sociales provenientes de aumentos de niveles en el Rio Paraná, la Comisión informa a las poblaciones, por medio de la defensa civil y otros organismos públicos de Brasil y Paraguay.

Sistema de Gestión de la Seguridad Operativa

Aplicativo capaz de monitorear, simultáneamente, más de 15 mil variables de diversos sistemas de la empresa y actualizarlas cada diez minutos. El Sistema de Gestión de la Seguridad Operativo (SOP) analiza y clasifica datos e informaciones como disponibilidad, indisponibilidad, disponibilidad con restricciones, impedimentos programados o forzados de todos los equipos relevantes y sus subestaciones, para medir como la operación de cada momento está más o menos adherente a las condiciones ideales del proyecto.

El SOP tiene el formato en gráfico circular, con cuatro franjas de seguridad: “óptima”, “buena”, “alerta” y “crítica”. La herramienta está disponible, en tiempo real, inclusive para gestores y alta dirección de la empresa.

Actualización Tecnológica de las Unidades Generadoras

[102-15, 201-2]

La primera etapa tiene duración prevista de cuatro años y abarca la elaboración de los proyectos ejecutivos, fabricación, pruebas en fábricas, actualización de los sistemas de las salas de control y ensayos locales.

Uno de los principales desafíos para la empresa, la actualización tecnológica de las 20 unidades generadoras está prevista para durar 14 años y la inversión será de US$ 660 millones. La primera etapa de la licitación (precalificación de las empresas y de los consorcios interesados en participar de los trabajos) fue concluida en diciembre de 2018.

A inicio de los años 2000, los equipos ganaron una “capa” más moderna, con el Sistema Digital de Supervisión y Control (SCADA) y el Sistema de Administración de Energía (EMS, sigla en inglés), dando inicio al proceso de digitalización de la central. Las unidades U9A y U18A, implementadas entre 2004 y 2006, también utilizan tecnología digital de control.

En ese proceso de actualización tecnológica, la intención es substituir completamente equipos y sistemas analógicos por equivalentes digitales, con nuevas informaciones y funcionalidades. Para eso, un equipo multidisciplinario compuesto por brasileños y paraguayos de la propia central viene coordinando diversos estudios a lo largo de los últimos años.

Más que substituir, el plan es repensar funcionalidades y procesos, además de permitir una lectura más detallada de las unidades generadoras, que están en excelentes condiciones y no serán parte del objetivo de la actualización en este momento. El objetivo está en los sistemas de control, protección, supervisión, regulación, agitación y monitoreo de las unidades generadoras y subestaciones, como placas de circuitos, sensores y medidores, entre otros, esparcidos por varios kilómetros a lo largo de la casa de fuerza, represa, subestaciones y vertedero.

La primera etapa tiene duración prevista de cuatro años y abarca la elaboración de los proyectos ejecutivos, fabricación, pruebas en fábricas, actualización de los sistemas de las salas de control y ensayos locales, para solo entonces avanzar a la próxima etapa, de parada de las unidades generadoras. La expectativa es que sean actualizados los sistemas de dos máquinas por año.

La actualización de una central del porte de Itaipu es una actividad compleja y puede ser, inclusive, considerada como una de las más desafiantes para el sector eléctrico, lo que ha exigido un seguimiento estratégico de directores y consejeros. El objetivo final es garantizar que los equipos de la central mantengan su confiabilidad y sea asegurada la continuidad del alto desempeño de la empresa en las próximas décadas, con marcas aún mejores de producción de energía y reflejos inclusive en la economía de los dos países socios. En cuanto mayor fuera la producción de hidroeléctricas como Itaipu, por ejemplo, menor es el riesgo de que Brasil y Paraguay necesiten recurrir al uso de termoeléctricas, cuya energía es más cara y contaminante.