Hábitats Protegidos o Restaurados
[304-3]

Las áreas protegidas, incluyendo la Franja de Protección, Refugios y Reservas Biológicas, ejercen la función de corredores ecológicos por estar conectados, al sur, con el Parque Nacional de Iguazú y, al norte, con el Parque Nacional de Isla Grande. Abarca también unidades de conservación en Paraguay (Museo Bertoni) y en la provincia argentina de Misiones, además del Parque Nacional del Iguazú.

La implementación de Corredores de Biodiversidad es una acción que busca interconectar las áreas naturales aisladas con la destrucción de las forestas originales en la región de la frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina. Esos corredores permiten la dispersión de los genes de flora y fauna, y neutralizan el efecto isla, que compromete la diversidad de las especies y el riesgo de extinción.

El vivero forestal brasileño es una de las iniciativas de conservación y recuperación. Son producidas mudas de 75 especies de árboles nativos, destacando la peroba (Aspidosperma polyneuron), el lapacho rosado (Tabebuia avellaneda), el cedro (Cedrela fissilis), el guatambú (Balfourodendron riedeliamum) y la caña fístula (Peltophorum dubium). Son semillas de alta calidad y alto grado de variabilidad genética, resultado de una búsqueda pionera iniciada en 1991.

El Canal de la Piracema, iniciativa del programa Biodiversidad Nuestro Patrimonio, restableció una vía para flujo genético entre las poblaciones de peces fragmentadas por el barraje de la central, permitiendo que las especies migradoras superen los 120 metros de desnivel promedio de la represa y alcancen las áreas de reproducción en la planicie del Alto Rio Paraná y Parque Nacional de la Isla Grande.

Hábitats Protegidos o Restaurados

Ninguna iniciativa fue sometida a la aprobación del éxito de las medidas de restauración por especialistas externos independientes.

* Asociaciones con terceros para protección o restauración.