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La esperada misa y Ángelus del papa Francisco, por fin se realizó en la mañana de este domingo 12 de julio.A las 10 de la mañana se dio inicio a la celebración litúrgica, ante una multitudinaria concurrencia. Muchos feligreses ya se acercaron desde el jueves, para buscar un buen lugar cerca del majestuoso retablo, construido especialmente para la ocasión, y participar de la misa central.

El retablo, construido por el artista misionero Koki Ruiz, merece un párrafo aparte, pues es objeto de admiración de propios y extraños. Y no podía ser de otra manera, ya que se convirtió en una maravilla hecha por el ingenio y el talento de un artesano paraguayo, creado a base de frutos, como cocos, maíz, zapallos y calabazas.

El presidente Cartes acompañó de cerca el ensamblaje del retablo, incluso dejó plasmado su firma y su petición en uno de los cocos. Esta maravilla, hecha con los frutos de la naturaleza, cobijó al santo padre Francisco durante el acto religioso.

Ñu Guasú fue dividido en 50 manzanas, para una mejor organización, para esta histórica celebración religiosa. Cabe resaltar que, para facilitar el acceso, se habilitaron nueve accesos, con 50 metros de ancho cada uno.

La histórica visita del santo Padre se inició cuando el presidente de la República, Horacio Cartes, lo recibió en el aeropuerto Silvio Pettirossi, el viernes pasado, para luego ir al Palacio de Gobierno. El sábado ofició la misa en Caacupé, para concluir con la impresionante y multitudinaria misa en Ñu Guasú.

La celebración religiosa contó con la presencia del presidente de la República, Horacio Cartes, y sus familiares. Asimismo, estuvo acompañado por la presidenta de la República Argentina, Cristina Kirchner, y autoridades nacionales y extranjeras.

Mención especial para la Orquesta Sinfónica Nacional, integrada por 140 músicos, y el coro de más de 500 voces, que dieron realce y emoción a la actividad religiosa, con lo que se demostró, una vez más, que la música es el mejor camino para llegar a Dios.

Durante la celebración, los rostros de San Francisco y San Ignacio, construidos también con los productos de la tierra, parecían seguir con emoción la celebración religiosa. Para que la inmensa cantidad de creyentes siguieran el acto, se instalaron varias pantallas gigantes en todo el predio, lo que permitió seguir la misa desde todos los lugares.

Para una mejor atención a los miles de participantes, se instalaron carpas para atención sanitaria, ambulancias y un móvil para poder brindar la atención a la gente. También fueron instalados baños portátiles, tanque de agua potable y otros servicios.

Cabe resaltar que la ITAIPU Binacional corrió con los gastos de la visita papal, para lo cual se invirtió alrededor 1.200.000 dólares.