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“Mamá, no me molestes; ¡estoy aprendiendo” fue la disertación presentada por el experto Marc Prensky en su última disertación durante su presencia en Paraguay. Desde su perspectiva, los padres no deben cargar sobre sus niños y jóvenes la educación del pasado, sino sumarse a la era tecnológica, ya que es el “aire que respiran”, en un mundo cada vez más conectado a las redes. La conferencia se realizó ante una interesante concurrencia en el Banco Central del Paraguay.

Itaipu auspició las diferentes presentaciones de Marc Prensky en Paraguay. En la noche del jueves, el experto en comunicación tecnológica presentó: “Mamá, no me molestes; ¡estoy aprendiendo”, tema que abordó un profundo debate entre los presentes desde óptica de que los niños y jóvenes viven cada vez más conectados a los celulares y a los ordenadores.

Para adentrarse al tema, Prensky acuñó el término de nativos digitales e inmigrantes digitales. Al primero lo asoció con los principios del siglo XXI a los niños que han pasado su vida rodeados del uso de computadoras u ordenadores, videojuegos, música digital, vídeos, teléfonos móviles y otros juguetes y herramientas específicos de la era digital, en detrimento de la lectura.

Puntualizó que los nativos digitales, invirtieron en la lectura unas 5.000 horas, en cambio han dedicado 10.000 horas a los videojuegos y 20.000 horas a la televisión, por lo cual el chateo (mensajería instantánea), celular, correo electrónico, redes sociales, juegos de ordenador son indispensables en sus vidas.

“Los nativos digitales han nacido y se han formado utilizando la lengua digital de los videojuegos, de los ordenadores e internet. En cambio, los inmigrantes digitales, no vivieron el aluvión de la tecnología, pero obligados por la necesidad de estar al día, fueron formándose en la era tecnológica aunque conservando cierta conexión con el pasado”, expresó.

 Prensky comentó que gusta hablar con los niños y jóvenes de diferentes países y saber cuál es la perspectiva de ellos con referencia a la tecnología. “Los niños y jóvenes viven en un mundo volátil, con incertidumbre, con mucha complejidad y ambigüedades”, afirmó el disertante.  

             
En este contexto, señaló que tanto los padres y los hijos viven en constante cambio, y para muchos padres, el cambio, les da miedo.

“Todo es cambio, en el pasado, los maestros lo sabían todo, ahora está la internet y hay un cambio acelerado. Es un mundo cada vez más conectado a las redes y los niños están adaptándose a su propio mundo, un mundo diferente en lo que viven sus padres”, manifestó.

Destacó que uno de los grandes problemas que afrontan los padres es la forma de proteger a sus hijos, ya sean niños o jóvenes. “Los padres deben saber que a los niños hay que soltarlos en el momento correcto, pese a los peligros que puede darse. No debemos limitar a nuestros niños porque  al hacerlo nos limitamos a nosotros mismos y a nuestro país”, advirtió.

Agregó: “Debemos equipar a nuestros niños y jóvenes para que funcionen y prosperen en contexto del Siglo XXI”. Aconsejó a los padres que no carguen sobre los hombros de sus hijos, el “mundo viejo” ya que la atención de los jóvenes es limitada y por tanto deben salir elegir en qué invertirán su atención.

Para  Prensky los “estudiantes han cambiado radicalmente. Los estudiantes de hoy, ya no son la misma gente para la cual nuestro sistema educacional diseñó su estrategia de enseñanza.” y por eso son capaces de decir a su madre, ¡eh! mamá, ¡no me molestes que estoy aprendiendo! aunque estén pasando la tarde jugando a videojuegos.

 De alguna forma es lo que se aprecia en los consumidores de videojuegos: capacidad para adaptarse al entorno, encontrar los puntos débiles de los personajes y mejorarlos, integrarse en el juego, conectarse para compartir experiencias, separar lo que es importante de lo que es irrelevante, según el experto.