Con la participación de estudiantes y docentes universitarios se llevó a cabo el seminario sobre la deuda externa en América Latina y el caso de Itaipu, el 1 de junio en el aula magna de la Universidad Católica Campus Alto Paraná de la Ciudad de Hernandarias.

El evento fue organizado por la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay, el Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI) y el Programa de Incidencia sobre Deuda Externa para América Latina y el Caribe - Federación Luterana Mundial (PIDEI).

Participaron como expositores Oscar Rubén Velázquez, contralor general de la República del Paraguay y representantes extranjeros de las instituciones organizadoras del seminario.

Como anfitrión de la noche habló Hugo Rivarola, director del Campus Alto Paraná de la Universidad Católica, quien recordó la gran expectativa que generó Itaipu desde la década del 70 y valoró el evento como un espacio de análisis crítico que pueda influir en el cambio a favor de Paraguay.

Dijo que la gente esperaba, creía y pensaba que la represa sería una “piedra de transformación regional e inclusive para todo el Paraguay”. “Francamente debo decir que 30 años después, evidentemente Itaipu fue beneficioso pero no en la medida en que quizás los ciudadanos de esta zona del país lo esperábamos”.

Dijo también que mucho se ha hablado sobre la deuda de Itaipu y la forma en que se hizo y que siempre induce a una nueva reflexión por parte de los medios de prensa y los referentes políticos y lo que claramente se considera es que la energía eléctrica es el petróleo del Paraguay.

“El petróleo como fuente de desarrollo, sin lugar a dudas los recursos hídricos del paraguay son absolutamente extraordinarios y que no es casualidad que tanto el Brasil como la Argentina hayan querido construir sus represas en nuestros ríos, en conjunto”.

Mencionó que los recursos hídricos del país son extraordinarios y que en un mundo altamente industrializado y con una dependencia energética absoluta hubiese sido previsible como pensábamos en la década del 70, que realmente con esa fuente se convirtiera en el detonante del desarrollo social y económico del Paraguay”.

Añadió que sin embargo, es comprobable que el “Paraguay ha estado estacando en estos últimos años, su desarrollo ha sido muy relativo, en el mejor de los casos ha sido un crecimiento muy modesto en algunos momentos”.

“El protagonismo de Itaipu en este desarrollo ha sido muy bajo, probablemente como se suele escuchar y como se sabe, el acuerdo firmado en aquel entonces no fue hecho de la manera en que hoy nosotros queremos que hubiese sido, por lo que desafortunadamente los beneficios para el Paraguay no han sido los esperados”, recalcó Hugo Rivarola.

No obstante, aclaró que es cierto que nada es inmutable y que todo cambia y “cambia sobre todo desde el inicio en que uno piensa y siente que lo que está ocurriendo no es lo que debe ser”.

“Entonces, con mucha alegría vemos que en estos últimos años son muchas las voces que se han levantado sobre el cuestionamiento con relación al verdadero beneficio que Itaipu le ha dado al Paraguay”, enfatizó.

Inclusive el comercio ha sido mayor para la ciudadanía que el propio beneficio de Itaipu. “El comercio como fuente de empleo, el comercio fronterizo tan discutido y cuestionado, sin embargo, en términos de empleo y de desarrollo ha tenido un impacto mayor”, relacionó.

Esto ha puesto a mucha gente en una posición de crítica para indagar por qué no funciona ese motor de desarrollo, según destacó al tiempo de recordar que “por mucho tiempo los royalties de Itaipu no han quedado en la región y que el Paraguay todo, pero la región en particular, no han sido beneficiados en la medida deseable”.

“Por eso celebro este tipo de encuentros, donde se tratan temas interesantes como la deuda externa en América Latina y el caso de Itaipu, se hace la información para poder dar lugar a un análisis crítico, a un cuestionamiento que todos los ciudadanos de un país deben tener”, manifestó Rivarola en otra parte de su exposición.

“No sirve solamente protestar, hay que analizar, entender la cuestión y por sobre todas las cosas hay que ser capaces, principalmente el Gobierno, de orientar los pasos que el país debe dar, como forma de política nacional, para salir del atraso en que está inmerso el Paraguay”, indicó.

Subrayó que el producto percápita del Paraguay es muy bajo en relación a los países vecinos y socios de las represas, lo “cual de alguna manera duele mucho y es una situación que debe cambiar”.

Al valorar el seminario, señaló que permite escuchar e internalizar la información “para posteriormente, a través de un análisis crítico influenciar para que el país, a través de sus gobernantes y todos sus ciudadanos, puedan dar los pasos debidos para que en algún momento el Paraguay pueda despegar”.