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A través de la Acción 2.268 “Implantación del uso de las plantas medicinales y fitoterapéuticos en los municipios”, Itaipu Binacional implementó un programa de capacitación de productores rurales de las comunidades del área del embalse.

El proyecto se insertó en el Programa 247 “Salud en la Frontera” y tiene como objetivo principal llevar a cabo la capacitación de productores rurales de diferentes comunidades del área de influencia de la entidad.

Abarca además otras áreas de interés en cuanto a la conservación de la biodiversidad medicinal, uso, manejo sustentable, cultivo orgánico, procesamiento de plantas medicinales, aromáticas y condimentares.

El programa se adecua a las reglamentaciones y normativas paraguayas e internacionales, apuntando a impulsar el desarrollo social y económico regional generando un polo de cultivo de plantas medicinales y de producción de fitofármacos, que sea sustentable y que respete las características socio-culturales del entorno.

Con esta iniciativa se busca promover acciones de mejoramiento de la vida urbana y rural, facilitando la diversificación y la sustentabilidad de esta actividad productiva, buscando armonizar las relaciones con la naturaleza y dar una alternativa de renta a los propietarios de pequeñas fincas, conservando la biodiversidad medicinal.

Otro de los fines es investigar el buen uso y cultivo de plantas medicinales, condimentares y aromáticas basado en el mejoramiento de la calidad de vida urbana y rural, en localidades insertas dentro del área de embalse de la Itaipu y otras localidades de interés para la entidad.

Se pretende además promover la sustentabilidad y capacitación permanente de familias de bajos recursos, la producción de materia prima de plantas medicinales para uso como fitoterápicos e implantación de unidades de secado.

Estrategia sustentable de generación de renta

En cuanto a resultados positivos se apunta a mejorar las condiciones socioeconómicas de los pequeños agricultores familiares mediante la diversificación de actividades productivas que incluyan cultivos de especies de uso medicinal y su inserción en las cadenas de producción de fitoterápicos.

La intención de este proyecto es valorizar el conocimiento y la cultura que hemos heredado de nuestros antepasados los Guaraníes sobre el uso de plantas medicinales y buscar a que todos los sectores de la economía, en todas las clases sociales de nuestro país, según el plan elaborado por los técnicos del Centro Ambiental de Itaipu.

Con este programa, los beneficiarios podrán acceder a los conocimientos sobre el uso de plantas medicinales, aromáticas y condimentares y su múltiple aprovechamiento en la salud, generar una fuente alternativa de ingreso a las familias de escasos recursos económicos y buscar beneficios ambientales, concientizando a la población sobre el uso racional de la biodiversidad medicinal.

La Acción de plantas medicinales busca el combate a la pobreza a través de la promoción del desarrollo económico sustentable e incentiva el cooperativismo en las comunidades asistidas por Itaipu Binacional como forma sustentable de generación de renta.

Laboratorio de plantas medicinales

En el Centro Ambiental de Itaipu en Hernandarias se cuenta con un laboratorio y secadero de plantas medicinales que tiene la capacidad de procesar de 80 a 100 kilos semanales de especies aromáticas o condimentales.

Es un prototipo de tecnología brasileña que tiene unos traslúcidos que dejan pasar la luz solar que permite volatilizar las propiedades terapéuticas de las plantas. Esta máquina filtra la luz solar y seca las hierbas a una temperatura de menos de 38 grados centígrados para reducir los efectos de volatilización de las propiedades, seca con aire caliente, tiene unos censores que regulan la temperatura y la humedad. En el caso de que no se tenga luz solar puede trabajar con electricidad.

Esta misma tecnología está utilizando productores y el proyecto de plantas medicinales del lado brasileño de Itaipu. Este año se implementó en el lado paraguayo, generando mucha utilidad para los productores paraguayos en el proceso de capacitación para la producción, teniendo en cuenta que a través de este programa de la Itaipu se desarrollan muchos proyectos comunitarios.

A partir de esto se construirá un mayor laboratorio de plantas medicinales dentro del Centro Ambiental de Itaipu, lado paraguayo, donde se tendrá un área de fitopatología, espacio para cuarentena, control de calidad.

Actualmente a través de esta acción se está trabajando con muchas comunidades de interés para la comunidad, principalmente aquellas que están insertas dentro del área de influencia, según explicó Jimmy Melgarejo, uno de los responsables de la acción.

Anunció que para este año se prevé la construcción de dos secaderos de hierbas medicinales en el departamento de Canindeyú.

En el área de plantas medicinales del Centro Ambiental se recibe periódicas visitas de productores del rubro de diferentes puntos del país, por lo que es notable el creciente interés en esta alternativa, según significó Melgarejo.

También llegan estudiantes universitarios, para visitar la huerta de plantas medicinales y recabar informaciones, como así también muchos escolares.

La producción de la huerta medicinal del Centro Ambiental de Itaipu es totalmente orgánica y abarca una hectárea de plantación, alcanzando una capacidad de 1500 a 3000 mudas en forma mensual.

Todas las mudas producidas son para donación y se trabaja con productores interesados en el proyecto de plantas medicinales, a quienes se les brinda asistencia técnica, se les dona las hierbas, se les acompaña en la implementación de huertos y se les capacita para el proceso de secado, almacenamiento y la articulación de la comercialización.

En este sentido se trabaja con productores feriantes de Ciudad del Este, Hernandarias y otras localidades que comercializan sus productos semanalmente.

Griselda Villalba, joven profesional de fisioterapia, desde ocho meses trabaja en el laboratorio de plantas medicinales, significó que le gusta el trabajo que realiza en un área que tiene mucho que ver con la cultura y las tradiciones paraguayas y que aprendió muchísimo durante este proceso laboral.

“Observando las plantas no sabía para que servían, hoy día les doy mucho valor al conocer sus propiedades”, adujo al comentar que en el laboratorio realiza juntamente con otros compañeros un proceso de separación, secado, embalaje y preparación de especies para distintas ferias en que participa Itaipu.

Agregó que el trabajo con plantas medicinales es una linda alternativa de ocupación para las comunidades y que también existen posibilidades de industrialización de algunas especies paraguayas para uso medicinal o en otras áreas como la estética.