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Itaipu Binacional implementará un proyecto de producción, recuperación y comercialización de semillas nativas, a fines de este mes de febrero, mediante un trabajo conjunto de técnicos de la Dirección de Coordinación Ejecutiva, productores y una cooperación interinstitucional.

El proyecto será ejecutado a través de un convenio que involucra a la Fundación Parque Tecnológico Itaipu- Paraguay, la Dirección de Coordinación Ejecutiva, la Facultad de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional de Asunción y el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE).

En una primera etapa abarcará tres distritos de Caaguazú, Canindeyú y Paraguarí para luego incluir también a productores del Alto Paraná, según anunció Manuel Galiano, técnico de la Dirección de Coordinación Ejecutiva.

Explicó que el objetivo del proyecto es la recuperación, producción, conservación y la comercialización de semillas de especies nativas paraguayas, que es una cuestión de soberanía nacional, un área pendiente de mucho tiempo del Gobierno y prácticamente de todas las entidades relacionadas al agro, según apuntó el técnico.

“Se ha visto con mucha preocupación que se han perdido muchas variedades nativas sobre todo las de consumo humano por lo que se vio la necesidad de hacer un registro de las especies y de hacer una reproducción de las variedades”, dijo.

Anunció que una vez que se tenga una suficiente producción se apuntará a la comercialización, al tiempo de aclarar que el proyecto surgió a raíz de la preocupación de los productores, del SENAVE y de los técnicos de la Itaipu Binacional ante la perdida de muchas variedades de semillas nativas.

Una cuestión de soberanía nacional

Es un compromiso asumido por la entidad, por una cuestión de soberanía nacional en este rubro, marco en el cual se han unido fuerzas entre el SENAVE, los técnicos de la Dirección de Coordinación de la Itaipu Binacional y la Facultad de Ingeniería Agronómica, según indicó Galiano.

El proyecto está aprobado y su implementación se iniciará a fines de este mes de febrero. El objetivo final es hacer una red de producción, conservación y comercialización de semillas a nivel nacional. El plan de trabajo se iniciará con tres puntos de producción, ubicados en los distritos de Kykyó, departamento de Paraguarí, Repatriación de Caaguazú y en Ybyrarobaná en Canindeyú.

Para la selección de estas localidades se han tenido en cuenta a los comités que están legalmente formados y con mucha experiencia en este tipo de actividades y principalmente por su interés en llevar adelante la iniciativa para convertirse en semilleros del proyecto.

Además se tiene previsto ampliarlo en una segunda etapa, con la inclusión de otros tres puntos de recuperación y conservación de semillas, dos en el departamento de Alto Paraná, donde se involucraría a los productores feriantes con quienes actualmente Itaipu está trabajando con Koga Poty.

Otro punto de desarrollo del proyecto abarcará Canindeyú en el marco de una de las responsabilidades de la entidad que es la de potenciar y desarrollar el área de influencia de la hidroeléctrica.

Con su participación, los productores y semilleros se beneficiarán con una alternativa de renta, teniendo en cuenta que no solamente se abocarán a producir y conservar las semillas, sino a comercializarlas, según expresó Galiano.

Gran banco nacional de semillas

La ejecución del proyecto derivará en la conformación de un gran banco nacional de semillas en la Facultad de Ingeniería Agronómica de la Ciudad de San Lorenzo, el cual incluirá un germoplasma. Esto consiste en un banco genético que posibilitará la preservación de las variedades ante cualquier eventualidad climática o de otro tipo. El banco permitirá una reserva de semillas, además de incidir en la recuperación de la soberanía nacional y alimentaria.

El técnico recordó que las variedades nativas están mejor adaptadas al clima de nuestro país, al suelo y a todo tipo de inconvenientes que puedan surgir especialmente en el aspecto climático. “Son semillas que les conviene al productor sembrar, principalmente para la seguridad alimentaria”, adujo.

Mencionó que hay otro tipo de variedades que tiene una importancia fundamental para la tradición religiosa de los pueblos originarios que también están incluidos en el proyecto, como las de maíz, que se están perdiendo a lo largo de los años.

“Tenemos una responsabilidad histórica importante, no solamente con la parte alimenticia sino también con la tradición y la historia misma del Paraguay”, recordó Manuel Galiano.