El Ministerio Público investiga la supuesta explotación clandestina de un terreno perteneciente a Itaipu, ubicado en la ciudad de Salto del Guairá. Se trata del lugar conocido como “Playita”, localizado en medio de la Poligonal Envolvente. El caso fue denunciado ante la Fiscalía el miércoles 20 de julio, por la Dirección Jurídica de Itaipu.

Según la acción, el 13 de julio último, empleados del Refugio Biológico Mbaracayú constataron el desmonte de una gran extensión de plantas en el lote situado entre los mojones PEL 834 y 835. Supuestamente, la tierra estaba siendo preparada para el cultivo clandestino de hortalizas, hecho que ya había sido consumado en el sitio en una extensión aproximada de mil metros cuadrados.

El escrito sostiene que los guardabosques de Itaipu conversaron con uno de los ocupantes, identificado como Ranulfo Centurión. Éste manifestó que desde hace casi tres meses él y otras tres personas prestan sus servicios al intendente municipal de Saltos del Guairá, Eduardo Paniagua.

Aparentemente, el jefe comunal se atribuye la propiedad del inmueble por lo que el Ministerio Público lo llamaría para una audiencia indagatoria en los próximos días.

La denuncia ante la Fiscalía fue presentada por el abogado Augusto Gernhoffer, en representación de Itaipu Binacional, bajo patrocinio del abogado Rubén Darío López, y es por la supuesta comisión de los hechos punibles contra el ámbito de la vida y la intimidad de las personas (invasión de inmueble ajeno) contra las bases naturales de la vida humana (perjuicio a reservas naturales) y violación de la Ley 716/96 (eliminación de formación de vegetales y tala de árboles).

Cabe recordar que la práctica agrícola con el uso de agroquímicos al borde del curso de agua expone la contaminación del suelo de la reserva y del propio Lago de Itaipu. La actividad furtiva debe ser paralizada inmediatamente.

Itaipu, como propietaria del inmueble afectado, está abocada a conservar y mejorar los recursos forestales, ya que éstos cumplen importantes funciones ecológicas: actúan como protectores naturales, evitan la erosión, contribuyen a moderar el clima y las inundaciones, regulan el régimen de las aguas y protegen las especies de la fauna y la flora. A la vez, estos recursos ayudan a conservar libre de contaminantes el caudal hídrico del embalse que llega a la Represa Hidroeléctrica de Itaipu.