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Este fin de semana, entre los días sábado 28, y domingo 29 de enero, cerca de 1.200 casas serán visitadas por los trabajadores sociales de ITAIPU Binacional, tanto en Asunción, Central, Alto Paraná y Canindeyú, con el propósito de evaluar la condición socioeconómica de los jóvenes.

Este periodo será clave para completar el intenso trabajo que vienen realizando los fiscalizadores del Comité de Becas de ITAIPU Grado Universitario – Convocatoria 2017, desde el pasado lunes, 23 de enero pasado.

Estas visitas constituyen la última etapa del proceso selectivo iniciado el 19 de diciembre de 2016. El anuncio oficial de la lista de adjudicados está fijado para el viernes, 10 de febrero.

El martes último, el presidente de la República, Horacio Cartes, liberó el cupo inicial de 1.000 becas y lo extendió hasta cubrir la cantidad necesaria para beneficiar a todos aquellos postulantes, de los 2.145 que pasaron el examen de conocimiento, y que también aprueben la fiscalización socioeconómica.

En las dos primeras jornadas de evaluación se visitó, a nivel país, un total de 432 casas. El trabajo lo llevan adelante 15 trabajadores sociales, acompañados de fiscalizadores del Comité de Becas.

Los padres o encargados, deben firmar una planilla al término de la visita y permitir la toma fotográfica de las dependencias del hogar que luego será cotejada con los datos declarados por el postulante, durante la etapa de inscripción.

Esta fiscalización se realiza para beneficiar única y exclusivamente a los jóvenes que poseen auténticas necesidades económicas y que por ese motivo no pueden continuar sus estudios a nivel universitario.

Historias que conmueven

Cecia Cassoratti, de 19 años, sigue la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad del Cono Sur de las Américas (UCSA), y es otra de las 2.145 postulantes que siguen en carrera en el proceso de selección de nuevos becarios. Vive en el barrio Concordia de Mariano Roque Alonso y recibió esta mañana a los fiscalizadores del Comité de Becas.

La joven comentó que su mamá falleció cuando tenía 7 años, y que al principio vivió con una hermana que tambien es de escasos recursos, luego se mudó a vivir con el papá y su madrastra.

Accedió a una beca por su promedio 5 absoluto, en UCSA, pero la ayuda solo le cubrió un semestre. Unos G. 600 mil en promedio gasta por su cuota en esa universidad privada, y por la falta de dinero, decidió postularse a las becas de ITAIPU.

“Voy a perder mi futuro si no me dan esta beca de ITAIPU”, dijo Cecia. Tuvo un puntaje de 34/40 en el examen de conocimientos en las materias de Matemáticas y Lengua Castellana.

Su abuelo es italiano pero no le llegó a conocer. Su nombre significa “belleza y hermosura”, en Hebreo, y confesó: “soy muy creyente y le confío a Dios este gran proyecto, el poder ser becaria de ITAIPU”.

Además, la joven de 19 años se declaró una apasionada del mundo de la producción de empresas. “Soy muy curiosa y esta semana empecé una breve pasantía en una empresa de la zona, porque me acerqué a ellos y les pedí esa oportunidad”, agregó.

Por su parte, Ada Liz Granado de 18 años, también del barrio Concordia de la ciudad de Mariano Roque Alonso recibió hoy la visita fiscalizadora. “Yo dependo de esta beca para estudiar. Me estoy esforzando mucho. Me gusta todo lo que sea Química Industrial”, sostuvo la joven postulante.

Dijo que saltó de alegría cuando oyó por los medios de comunicación que el Gobierno liberó el cupo de 1.000 becas para dar oportunidad a todos los postulantes que cumplían con los requisitos.

“Me pareció una excelente decisión la que tomó el presidente Cartes porque es una verdadera oportunidad para todos los que quieran estudiar, sin excepción" dijo la joven de 18 años.