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Energía
Itaipu y la FPTI apoyarán invento paraguayo
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24/07/2012

 

Don Francisco Espínola, con más título que el de bachiller Agropecuario y ante la necesidad de abaratar costos, facilitar el trabajo del campo y de crear una innovación, fabricó un tractor movido netamente a electricidad para cortar el césped de su granja, ubicada en la ciudad de Valenzuela. Representantes de Itaipu y de la FPTI fueron hasta el lugar para analizar el invento y se quedaron muy satisfechos por el trabajo casi “artesanal” del inventor.

Francisco Javier Espínola logró mediante su tenacidad y creatividad inventar un tractor eléctrico “cortacésped” propulsado en 220 voltios. Al tener el producto hecho, buscó presentar su trabajo a Itaipu.

Al enterarse que Itaipu presentó el primer vehículo eléctrico paraguayo “Aguará” en la última edición de la Expo Mariano Roque Alonso, fue hasta el stand para contactar con el superintendente de Movilidad Eléctrica, Carlos Melgarejo.

El sábado 21 de julio, Melgarejo conjuntamente con Juan Domaniczky, coordinador del Centro de Innovación en Tecnologías Energéticas de la Fundación Parque Tecnológico de Itaipu (FPTI) viajaron hasta la granja de Espínola, ubicada en Valenzuela, departamento de Cordillera, para observar el invento.

El viaje no fue en vano porque pudieron comprobar el gran trabajado realizado por el granjero, que dentro de su escaso presupuesto, logró inventar una novedosa cortadora de pasto -tipo tractorcito- utilizando energía eléctrica en vez de derivados de petróleo.

“Mi podadora surgió por una necesidad tremenda de querer mejorar la granja ya que me llevaba muchos días carpir todo el pasto. Demasiado quería para mi tractorcito, de esos que cortan el césped, pero era muy caro, así que dije que iba a fabricar uno y como tenía muchas cosas para reciclar comencé a armar la idea que tenía en mi cabeza”, recordó Espínola.  

El trabajo no fue fácil, sin embargo, terminó de materializar su idea tras seis meses de trabajo. “ Muchas cosas me faltaban, buscaba entre hierros viejos, lo que tenía readaptaba mediante el tornero. Lo que más me costó hacer del tractorcito fue el sistema tracción y adaptarlos al sistema de trasmisión. La dirección fue muy fácil porque aplique geometría común”, aseguró.

El armaje del tractorcito (cortadora de césped) es de madera, no le alcanzó el presupuesto para hacer la carrocería de metal, por su parte, las ruedas eran partes de un carrito que utilizaba para dar de comer pollos.
  
“Cuando tuve todo el equipo comencé a armar y de a poco me salió. A veces iba a la casa de mi vecino, que tiene un tractorcito naftero John Deere, y medía la distancia porque no debía fallar en el espacio que entre el conductor con el volante y la altura”, recordó.

Cuando su invento cobró vida lo probó, pero tuvo problemas, patinaba la máquina cuando iba cortando el pasto. “Tenía dos rueditas traseras, pero después volví a pensar bien y dije que me convenía que sea dual las ruedas traseras y ahí dejó de patinar”, comentó.

Más económico que el naftero

Espínola utilizaba una desmalezadora que funcionaba a nafta y ante el tamaño de su granja le llevaba una buena cantidad de dinero mantenerla limpia. “Gastaba mucha plata, además, a veces no tenías la nafta, tenía que ir a la ciudad a comprar, tenías que usar aceite, sin embargo, con la electricidad no tuve problemas, además, consume poco porque es de 3 HP y de 220 voltios. Jamás noté que hubo una diferencia grande en mi factura de la ANDE desde que usé mi tractorcito”, señaló.

“Estoy impresionado”

“Estoy impresionado al ver el tractorcito eléctrico por la cantidad de innovaciones y adaptaciones que hizo el señor para solucionar todos los problemas que fue encontrando y obtener el producto final. Para mi esta es la forma en que se debe encarar las cosas en el país, comenzar de abajo para ir creciendo luego”, expresó Carlos Melgarejo.

Anunció que propondrá a la Dirección de Itaipu para el proyecto a fin de tener un prototipo interesante para presentar en la próxima edición de la Expo (2013). Reiteró que los vehículos eléctricos son no contaminantes, son de bajo consumo y se alimenta de la abundante energía eléctrica que tiene el Paraguay.

“Tiene todo lo que Itaipu quiere en cuanto a movilidad eléctrica. Ojalá podamos montar un proyecto conjunto para desarrollar su idea y llevarlo a un nivel mucho más avanzado”, concluyó.

“La FPTI apoyará iniciativas privadas”

Juan Domaniczky, expresó que la institución apoyará las iniciativas privadas. “Lo que hizo Francisco Espínola (el inventor) se basó en la experiencia y en la innovación para hacer que un tractorcito funcione netamente en energía eléctrica y eso hace que haya saltado un montón de barreras y hoy tiene un producto consolidado”, manifestó Domaniczky.

Enfatizó que se podría mejorar el invento de Espínola con una mejor tecnología. “La Fundación tiene una línea de fomentar la investigación, el desarrollo y la patente. Con este invento hay elementos muy innovadores que se pueden llegar a materializar en patentes, ya sea en concepto y el sistema que utilizó”, indicó el representante de la FPTI.

Anunció que posiblemente la FPTI impulse la protección del invento, a través de los registros legales. “Esta iniciativa es muy importante, especialmente para el sector del campo”, concluyó.