La coordinación de Participación Protagónica del Gabinete Civil de la Presidencia de la República, realizó la segunda jornada de formación continua dirigida a integrantes de la Mesa de Servidores Públicos del Alto Paraná, el jueves 14 de junio en el Centro Ambiental de Itaipu, en Hernandarias.

La propuesta política de participación protagónica tiene como objetivo general transformar las relaciones de dominación del Estado-Sociedad, y construir nuevas relaciones en las cuales la sociedad tenga poder de decidir sobre su vida, según lo explicado por Waldina Soto, de la Coordinación de la Asesoría de Participación Protagónica, quien estuvo a cargo de la jornada de formación.

Este segundo encuentro fue sobre diagnostico participativo, que derivó en un análisis critico de la realidad de cada institución, en forma integrada. “Una postura crítica en un sentido de siempre apuntar a algo mejor, por encima de una lógica partidaria para pensar más en un proyecto país”, indicó.

La jornada sirvió también para asumir “una postura crítica sobre la política en su verdadero sentido, un autoánalisis entendiendo que el trabajo dentro del proceso de participación hace que todas las instituciones estén integradas, ese es el proceso de construcción de un cambio de mentalidad y cómo aportar mejor desde cada institución”.

Refiriéndose al riesgo de sectorización en el marco de los servicios públicos, dijo que
“ahora hay una apertura de reconocerse y verse, aquí no hay alguien perfecto, el país está viviendo un proceso de cambio, eso va a ser lento, pero hay que buscar la continuidad y seguridad del mismo”.

El desafío parte de la conclusión en plenaria que es buscar el mejoramiento, transformarse uno, porque el diagnóstico participativo de hoy se plantea sobre las necesidades reales, los problemas, las diferencias que existen entre necesidad y problema, la potencialidad del país, las instituciones y las personas, las demandas que existen, cómo se piden, según explicó Waldina Soto.

Agregó que también se incluyó el tema “utopía”, una palabra que casi desapareció en el país pero que sigue, porque depende de eso: lo que queremos para un país, según Waldina Soto.

“Lo que se pretende, lo que se procura y se va logrando de a poquito es que el análisis no caiga en defender uno su propia camiseta, su lugar de trabajo, sino sentirse un poco protagonista del país”, adujo.

Propuesta cuenta con gran aceptación ciudadana

Waldina Soto indicó que esta propuesta gubernamental que se inició en el país y que se está instalando en Alto Paraná con el apoyo de Itaipu Binacional, también se está afianzando en otros puntos como el Bañado, en la capital y también hay solicitud de las universidades. El deseo es extender a todo el país pero se tienen dificultades presupuestarias, conforme anunció.

Consideró además que la propuesta que se pretende afianzar como política nacional cuenta con una gran aceptación ciudadana y ha logrado un gran respeto. “Va teniendo su reconocimiento en base al trabajo que se hizo con la gente, por los resultados que va teniendo”, subrayó.

Comentó que la educación continua enfocada a la formación con metodología de educación popular, parte del saber mismo de la gente y no es la imposición de un conocimiento.

Mencionó que la educación popular es una necesidad en el Paraguay y en América, ya que su esencia es una opción de compromiso con el país, a partir de la transformación personal y social, y según la necesidad del país, dando preferencia al sector más excluido, según experiencias positivas en otros países como Brasil donde empezó con Paulo Freire, Bolivia, Venezuela, entre otros.

“Cada país lo va haciendo de acuerdo a su realidad y en Paraguay, desde este cambio empieza a aparecer como importante la educación popular, “lo que antes los educadores lo hacíamos a escondidas, y produce un cambio porque uno parte desde sus propias necesidades y ve qué puede hacer”, enfatizó.

Con respecto a la formación continua dijo que se tiene la firmeza y la seguridad de que va logrando un cambio, aunque lento. “Nuestro país siempre tiene esa connotación de lentitud por las dificultades estructurales que tenemos”, aseveró.

Este agenda de formación se desarrollará cada mes de acuerdo a un programa educativo donde el objetivo general es la autonomía propia de la persona para que pueda ser protagonista y que la formación tenga un efecto positivo en la familia, en la persona y en la sociedad, conforme explicó Soto.

Proceso en que cada institución hace su parte

Las jornadas de formación continua son muy importantes para los servidores públicos que van a trabajar en las comunidades, porque tanto la ciudadanía como referentes de las instituciones necesitan de informaciones constantes y formas de cómo ver las cosas, según consideró Carolina Benítez, integrante de la Mesa de Servidores Públicos del Alto Paraná, por la Secretaría de la Niñez y Adolescencia.

“Tal vez nosotros creemos que nuestro modo de ver y de implementar en las comunidades es lo correcto, sin embargo, con esta formación podemos notar que existe otra mejor manera o forma más organizada de hacer las cosas, por eso es muy importante esta capacitación para que podamos ejercer mejor nuestra función dentro de las comunidades”, manifestó.

También señaló que los integrantes de la Mesa de Servidores Públicos están recibiendo con mucha apertura la formación y la propuesta de participación integrada.

“Todo lo que implique beneficio para la comunidad nosotros valoramos y creo que es una excelente oportunidad para que todas las instituciones que están formando parte de esta Mesa de Participación Protagónica, reciba toda la información y traduzca eso en el trabajo diario en sus comunidades, el cambio es bueno, la renovación es buena y toda cosa buena hay que trasferir a la gente”, expresó.

Indicó que cada institución hace su parte dentro de sus limitaciones y que muchas veces se cuenta con el apoyo voluntario de sectores privados para responder a las necesidades planteadas por las comunidades.

Dijo también que al comienzo de las jornadas de participación en las comunidades hay cierta resistencia “porque la mayoría de las comunidades son muy dolidas, tienen heridas de golpes recibidos de mentiras, de frustraciones de épocas pasadas, pero ahora ven resultados del trabajo que estamos haciendo con ellas y toman de nuevo confianza”.

“Actualmente somos muy bien recibidos ; y es más, las propias comunidades nos llaman, no para cobrarnos algo, sino que preguntan cómo estamos, existe un nexo de familiaridad con la comunidad”, añadió.

Carolina Benítez también se refirió a los desafíos existentes para mejorar la situación de niños y niñas, indicando que existe un antiguo abandono del Estado en las comunidades y sobre todo, las distancias grandes que cubrir frente a las limitaciones de las instituciones, además de algunas falencias que tienen las mismas.

“Nosotros estamos haciendo lo posible de cubrir esas falencias, nos estamos organizando para ello, porque el trabajo se hace en conjunto y así es más fácil llegar a las comunidades”, agregó.