Institucional
Sobreviviente de Los Andes compartió experiencia con visitantes en Itaipu
02/05/2012
La historia se remonta a un fatídico viernes 13 de octubre de 1972, cuando un avión de la fuerza Aérea Uruguaya, que partía de Montevideo a Santiago de Chile, se estrellara en la Cordillera de los Andes con 40 pasajeros, integrantes del equipo de rugby Old Christan´ Club, más 5 tripulantes. Del grupo, 12 murieron en el primer impacto en la ladera nevada. Los demás sobrevivientes soportaron 72 días de una inclemente temperatura de 25 a 30 grados bajo cero, el hambre, la sed y la lenta muerte y agonía de casi todos. Pero el día 22 de diciembre de 1972, el mundo recibió la inesperada noticia de la sobrevivencia de los 16 jóvenes uruguayos que vencieron la muerte en las alturas andinas.
Ramón Sabella (Moncho), nacido en Montevideo, en aquel entonces con 21 años, hoy casado con una paraguaya y radicado en nuestro país desde hace seis años y con visitas permanentes a su ciudad natal, se dedicó a diversas iniciativas de trabajo como empresario, principalmente en el ámbito agropecuario y alimenticio. Sabella, en los años 70 era estudiante de Agronomía cuando le tocó vivir esa dantesca experiencia, también experimentó los difíciles años de la sanguinaria dictadura militar, la guerrilla y las represiones que también sufrió el pueblo uruguayo, según rememoró.
Indicó que la responsabilidad de la gente y de los Gobiernos es alarmante ante la falta de sensibilidad en el mundo; ver chicos que mueren por falta de incubadora o atención médica, el hambre de millones de nuestra generación, etc. “A mí me produce mucha conmoción, por eso hago estas charlas y llevo mi experiencia para compartir con los demás y hacer mi parte por un mundo más humano y amante de la vida”, reflexionó. Añadió que decidió quedarse en Paraguay, por la calidez de su gente sencilla, por la juventud que se tiene y por sobre todo las mujeres muy bonitas, comentó sonriente. “A parte de los lazos históricos entre Uruguay y Paraguay, que en cierta medida continúan, somos países pequeños y los grandes nos castigan siempre”, resaltó. Comentó también que sin embargo, en términos políticos los pueblos en desventaja se deben unir para poder estar consolidados para una integración ante los más poderosos. “Ocurre que a nivel de Mercosur por ejemplo nos juegan muy fuerte y eso debemos enfrentar”, advirtió.
“Pensar en los demás y con los demás aun al borde de una muerte segura. Es difícil luchar contra la desesperación, pero un grupo de compañeros lo hemos demostrado”, dijo. “Las tristes experiencias pasadas, nos han enseñado mucho, compartimos hasta ahora lazos muy fuertes con los sobrevivientes de aquella tragedia, tenemos muchos sueños por delante tal como éramos en aquel entonces y tratamos de alentar la vida a los demás”, enfatizó. “Por eso más que compartir anécdotas, que son varias y aleccionadoras, en estas conferencias tratamos de compartir la vida a partir de lo sucedido”. “No fue fácil para nosotros superar lo ocurrido, pero yo ahora estoy aquí con esta linda gente y cada momento es fantástico a pesar de las dificultades que uno debe superar, finalizó al recibir el efusivo aplauso del público presente. |