El director General paraguayo de Itaipu, Gustavo Codas Friedmann, en compañía del director Técnico de Itaipu, Rubén Brasa y el asistente de la dirección Técnica, Gustavo González, expusieron sobre la “Línea de Transmisión de 500 kV: Desarrollo e Integración”, dirigida a empresarios y profesionales del área, ayer martes 20 de julio, en el Stand de Itaipu en la Expo 2010, a las 19:00 horas.
Por la importancia que tiene esta obra para el país, el director General paraguayo, Gustavo Codas Friedmann disertó sobre “Soberanía Energética y Política de Estado de Energía para el Desarrollo Nacional”. La construcción de la línea de transmisión de 500 kV entre Itaipu y Villa Hayes, es condición necesaria para que la energía paraguaya de la hidroeléctrica sea utilizada en el desarrollo del país.
“Consideramos que la EXPO es tal vez la principal vitrina de la producción y del trabajo en nuestro país y justamente si hay una deuda, que los administradores paraguayos de Itaipu tenemos que pagar al Estado paraguayo, al pueblo paraguayo, es la utilización de la energía de la Binacional para la producción, el empleo y la inversión”, comentó Codas.
Comenzó su disertación aludiendo que para entender el marco en que se realiza esta obra, es necesario rescatar antecedentes, unos conocidos y otros con pocos destaques en la opinión pública paraguaya.
Antecedentes
3 de Mayo de 2010. Reunión Lugo-Lula en Pedro Juan / Ponta Porã: presidentes definen la modalidad de financiamiento de la Línea de Transmisión Itaipu – Villa Hayes.
4 de Mayo de 2010. Reunión Lugo-Lula-Cristina Fernández-Pepe Mujica en Buenos Aires: los cuatro presidentes asumen la obra como un proyecto prioritario del MERCOSUR.
14 de Julio 2010. En Montevideo, la Unidad Técnica del FOCEM, aprueba el proyecto.
“Considero que si en el año 2008 y 2009, el presidente de la República Fernando Lugo, no hubiera tratado internacionalmente, los temas de la relación bilateral con Brasil, sobre Itaipu, probablemente las negociaciones hubieran sido otras.
Recalcó que un segundo aspecto importante, es que en la primera reunión de los dos presidentes en Brasilia (Lugo-Lula), el 17 de setiembre de 2008, ocurrió un hecho inédito: el gobierno brasilero acepta discutir la libre disponibilidad de la energía paraguaya. Esto no había ocurrido bajo ninguna circunstancia desde el año 1973, cuando se firmó el Tratado de Itaipu.
También podemos citar la declaración del 25 de julio que está muy comentada, tiene dos aspectos: primero, el documento parte de los 6 puntos propuestos por el Paraguay, e incluye una más, que es la construcción una línea de transmisión, es este punto que se agrega al acuerdo.
En la reunión del pasado 3 de mayo ambos presidentes definieron que los recursos serán canalizados vía el FOCEM e inmediatamente técnicos de ambos gobiernos y de ambas márgenes de Itaipu Binacional iniciaron los trabajos de adecuación del proyecto a las normas de esa institución.
Ese trabajo está concluido a la espera del dictamen final de la Unidad Técnica y a la aprobación del Consejo del Mercado Común. Esto ocurrió en tiempo record, ya que el 15 de junio en Montevideo, la Comisión de representantes ante el MERCOSUR aprobó la legibilidad del proyecto 48 horas después de haberlo recibido y en menos de un mes después, se terminó el proceso, que muchas veces demora meses o años.
El próximo paso es la aprobación formal en la cumbre del MERCOSUR que debe ocurrir el 2 y 3 de agosto de 2010 en San Juan, Argentina. La certeza de su aprobación viene de que todos los mandatarios y los altos funcionarios de los cuatro países consideran que éste es el Proyecto Emblemático del FOCEM-MERCOSUR y que marcará el primer decenio (2007-2016) de ese mecanismo de compensación de asimetrías.
Se trata de una gran obra (400 millones de dólares) que se orienta a resolver un problema estructural (gran producción de energía hidroeléctrica, déficit crónico de líneas de transmisión) y coyuntural (crisis de abastecimiento) del país más rezagado en la región, Paraguay.
En síntesis, acceder a la energía paraguaya de Itaipu, utilizarla en la producción y para los servicios requeridos en el país, sustituir energías contaminantes importadas por energías limpias producidas en nuestro país, son tres pilares de la nueva orientación del gobierno de hacer que el Paraguay sea efectivamente un país energético.