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Energía
XI Seminario Departamental de Energía Renovables se realizó en Cerrito
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06/12/2011

En apuesta a la misión de incentivar el desarrollo social autosustentable con enfoque humanitario, a partir de las energías alternativas, el martes 6 de diciembre se llevó a cabo el XI Seminario Departamental de Energías Renovables, en el departamento de Presidente Hayes. La actividad se realizó en la Escuela Agrícola San Francisco de Asís, de Cerrito.

Las energías renovables son fuentes de abastecimiento energético amigables con el medio ambiente, ya que no causan emisiones de dióxido de carbono ni de otros gases que causan el efecto invernadero.

Con el afán de darlos a conocer en todo el territorio nacional, la Itaipu Binacional conjuntamente con los demás integrantes de la Coordinación Nacional de Energías Renovables, que conforman el Observatorio de Energías Renovables del Paraguay, realizan esta serie de talleres en todo el país, con la finalidad de suplir las fuentes de energías actuales, ya sea por su menor efecto contaminante o fundamentalmente por su posibilidad de renovación.

El seminario pone en claro que las energías renovables aplicadas de forma responsable pueden ofrecer oportunidades de empleo en zonas rurales y urbanas, además de promover el desarrollo de tecnologías locales.

Luis María Fleitas, coordinador de Energías Renovables de la Itaipu, indicó que el Seminario de Energías Renovables ya se realizó en 11 departamentos. “Elegimos los lugares más recónditos, llegamos a dos departamentos del Chaco, a nueve de la región oriental y próximamente iremos a Fuerte Olimpo, departamento de Alto Paraguay”.

Fleitas recalcó que el mensaje dado en el marco de los seminarios, además de contener enfoques energéticos, se busca tocar el espíritu de las personas. “Decirles que detrás de cada elemento de la naturaleza, hay posibilidad de generar empleo, dignidad, posibilidades de vida. Sacarles a las personas de la pobreza y humanizar a la energía”, expresó.

También aclaró que se pretende llevar energías con paneles solares a las comunidades indígenas aisladas, así como también a Cateura, lugar de gran generación de polución y efluentes que van directamente al Río Paraguay, causando la mortandad de peces.

“En Cateura hay 600 gancheros cuyos hijos están recorriendo el mundo, brindándonos música linda con elementos reciclados. Hay  belleza, de las cosas despreciadas de la sociedad hay que sacar algo lindo”, enfatiza Fleitas.

Por otra parte, señaló que “lo que estamos haciendo es visitar comunidades guapas, aquellas comunidades en las que se puede invertir y trabajar articuladamente. Lo que la Itaipu hace es traerle a la gente de otra parte, para que vea lo que un guapo de la zona hace”, refirió.

“De lo poluyente a la energía de alta calidad”
  
“Todo lo que huele mal, nos interesa por que ahí se está perdiendo plata”, expresó Luis María Fleitas, para luego continuar “En el basural se huele a metano que es 21 veces más poluyente que el CO2, pero al mismo tiempo es una energía de alta calidad. Con estas actividades la idea es explotar en cada lugar, su belleza, su potencial y todo lo que está guardado. Tocar el corazón de las personas”, aclaró.

Fleitas explicó también que en Cerrito (Benjamín Aceval), utilizan calentadores solares. “Lo que nosotros estamos queriendo enseñar, estas personas ya lo viven. Ellos no gastan energía eléctrica para calentar el agua del hotel, tienen huertas, producción de leche, animales, etc y eso es lo que buscamos, que ese impulso también tengan las otras comunidades”.

Por otra parte, señaló que buscan que las comunidades aisladas, en especial aquellas sin chance de contar con el sistema interconectado de la ANDE, puedan desarrollar la producción de energías alternativas, el cual de acuerdo al lugar, pueden ser energía solar o eólica, etc.

Refirió además, que los trabajos del Plan Nacional del Mbokaja (cocotero) se encuentra en proceso de inicio. “El mbokaja hay en todo el Paraguay en forma salvaje. El mbokaja rapo por ejemplo se usa para tomar con el tereré, así como muchas otras partes son utilizadas para diversos menesteres, no se tira nada del mbokaja. Nosotros queremos sacarle el jugo al mbokaja y el jugo es el biocombustible, que es energía renovable”, aclaró.

Fleitas mencionó que aún queda por realizar talleres- seminarios en seis departamentos del país, para completar la gira en todo el territorio nacional.

 

“Comunidades autoabastecidas”
 
Luis Quevedo, ingeniero del área de Energías Renovables de la Itaipu, explicó que actualmente el área realiza actividades de desarrollo del biocombustible. “Un grupo de técnicos  y consultores, visitamos tres departamentos: Concepción, San Pedro y Canindeyú, para identificar los lugares donde podamos implementar los proyectos pilotos del plan mbokaja”.
 
“Los biocombustibles son combustibles que se pueden producir dentro de comunidades y que crean fuente de trabajo. Pueden producirse a través de plantaciones de coco, tártago y también jatropha, elementos con lo que están incursionando muchos productores. Con ello las comunidades pueden autoabastecerse”, refirió.

“Una escuela autosuficiente”
 

“Para nosotros es fabuloso que la Itaipu pueda hacer este tipo de emprendimientos en nuestra institución, por que brinda conocimientos sobre las energías renovables a los chicos. Nos viene como anillo al dedo la realización de estos talleres”, expresó Luis Enrique Resquin, director de la Escuela San Fransisco de Asís de Cerrito, quien manifestó que la institución cuenta actualmente con paneles solares, cocina solar y un biodigestor.

Resquín explicó además, que la Escuela Agrícola autosuficiente es un programa de la Fundacion Paraguaya, que cuenta actualmente con 150 chicos, quienes no tienen la posibilidad de tener una educación de primer nivel. La escuela se basa en la formación de clases teóricas y prácticas, y posee 12 microempresas que funcionan dentro del predio como negocios verdaderos, sostenidos por los propios alumnos.

La escuela cuenta con un cultivo extensivo (la chacra) y cultivo intensivo (la huerta), además cuenta con una planta láctea, un hotel, un parador sobre la ruta, entre otros puntos. “Esta escuela es única por que tiene doble titulación: Bachillerato Técnico Agropecuario y Bachillerato Técnico en Hotelería y Turismo, por que la carga horaria es el doble”, refiere el director.

La escuela abarca alumnos de los 17 departamentos del país. Resquín señala que en el presente 12 departamentos están representados y que la mayoría son de recursos bastante bajos sin que ello sea una cuestión excluyente

“Todos son de recursos precarios, en la escuela se le da prioridad a la minoría y a la gente de escasos recursos”, explicó Resquin, quien recalcó que dicho modelo de autogestión actualmente se está replicando en todo el mundo.
“Este año en julio la Fundación Paraguaya trasladó su oficina en África, específicamente en Tanzania para replicar 5 modelos igual a este (la escuela agrícola). Desde setiembre tenemos oficina allí con funcionarios paraguayos trabajando con los africanos. Es todo un orgullo por que pocas veces un país puede exportar educación”, añade.
Resquín explica que el enfoque de la autosuficiencia consiste en hacer un Plan de Negocio de acuerdo al contexto que vive el lugar. “Tenemos más trascendencia a nivel internacional que nacional, por que existe un desinterés más bien de la gente. Un desinterés de que las cosas buenas se den a conocer y en segundo lugar, cuando uno trata de salir adelante más bien te estiran hacia abajo, en vez de darte más impulso, ese es nuestro grave problema como paraguayos”, puntualizó.

“Querer es poder, todo es posible”
 
En representación del lado más humanitario y de superación, Cristian Amarilla, brindó una charla en donde puso como ejemplo su propia vida.

Cristian es oriundo de Ciudad del Este, tiene 29 años y confiesa que se cumplirá apenas un mes de quedar en libertad. Estuvo dos años y medio en la cárcel de Tacumbú, en el cual menciona que aprendió muchas cosas, entre ellas, a valorar la vida.

“Dios iluminó mi vida por que no sabía hacer nada y en La Esperanza me formé en el área de diseños de bordados, para luego aprender a forrar los termos. Primero comencé con unos amigos, después contamos con más manos de obra y ahora estamos entre 25 a 30 en el local más grande que es La Esperanza, que es la parte industrial, un área totalmente independiente de Tacumbú”, comenta.

Respecto a la reinserción social, Cristian explica que la mayoría de los ex presidiarios afrontan una gran discriminación por parte de la sociedad. “Se le mira al preso y no se le da trabajo, entonces sobre la generación del trabajo antes y después de salir de la cárcel, se elaboró todo un plan para que se tenga una rehabilitación completa”, asegura.

En el presente, por más que pronto cumplirá apenas un mes de libertad, Cristian se encuentra montando su taller de fabricación de termos. “Ya tengo máquinas de bordado y computadoras. Ahora estamos montando un equipo de personal que trabajan conmigo, pero que es muy chico aún, donde la mayoría son ex presidiarios que forran termos. Son hombres con la misma visión que la mía, salir adelante”, expresa Amarilla, para luego concluir “Mi mensaje para todos es que se puede comenzar de cero, con Cristo, yo no hablo de religiones, yo creo en un Jesús que cambia la vida y que nos demuestra que se puede. Querer es poder y que cerca de Jesús todo es posible”.