Motor del desarrollo nacional con rostro humano

Institucional
Productores y artesanos manifiestan optimismo durante la feria
Tamaño de la letra
28/12/2011

La feria ecológica Kóga poty, sirve para impulsar la producción característica de los pueblos y las nuevas alternativas de trabajo que tienen las amas de casa, mediante la capacitación en reciclaje artesanal, de acuerdo a lo manifestado por los protagonistas del evento que se realiza en el Shopping Corazón de Ciudad del Este.

Maricela Amarilla, artesana del Barrio Renacer de Presidente Franco, cuenta que han comenzado a trabajar con la División de Educación Ambiental de Itaipu con más de cincuenta artesanas. Indicó que los resultados que obtienen son alentadores teniendo en cuenta que tienen constantemente pedidos y exposiciones.

“Les va muy bien a todas las compañeras involucradas en el proyecto, de fabricar productos artesanales tomando como materia prima materiales reciclables”, señaló.

Comentó que además de recibir educación desde la Itaipu con relación al cuidado del ambiente, las artesanas convierten esos materiales desechados en reciclables y logran confeccionar diferentes objetos de uso cotidiano y ornamentos de distintas aplicaciones y para los más diversificados ambientes del hogar u oficina.

En este momento los más solicitados son las canastas navideñas, veladores y cuadros, en estas exposiciones aprovechan para la venta y levantamiento de pedidos inclusive ya para el año entrante, conforme indicó Maricela Amarilla.

Norma Beatriz Figueredo, joven estudiante y agricultora de la localidad de Tavapy II, se muestra orgullosa con sus productos que de a poco han dado fama a Tavapy como pueblo productor de sandia.

Los agricultores del lugar han conseguido una extraordinaria producción, de mucha calidad y van abriendo mercado incluso para el incipiente estudio de industrialización en derivados como jugos, mermeladas, cerveza, alcohol y otros, con empresas que han visitado la zona para explorar tales posibilidades. Pero la colocación en el mercado local para el consumo tradicional en esta temporada, sigue siendo la mayor área de colocación, según explicó.

La joven, señaló que es un orgullo para ella trabajar y estudiar a la vez, al tiempo de anunciar que este año concluyó sus estudios del Nivel Medio, y se prepara para estudiar Enfermería en la Universidad Nacional del Este.

“Es por ello que la agricultura familiar es necesaria, porque la gente del campo no tiene salario y solamente con la venta de los productos logramos ahorrar para los gastos anuales”, dijo.

En cuanto al espacio de exposición impulsado por Itaipu, acotó que la “gente llega y paga mejor porque no estamos en la calle y la limpieza, con la buena atención parece que les gusta más a los compradores”, remarcó.

Además es diferente cuando el propio campesino, el verdadero productor de la tierra, le vende al consumidor lo producido con mucho trabajo y de muy buena calidad, señaló.

José Cubas Espínola, de la Colonia Nueva Fortuna, tercera Línea, junto a sus compañeros integrantes de un comité de productores con 41 familias campesinas, denominada Asociación Marangatú, manifestó que son proveedores de locotes y otros productos hortícolas nacionales en el Mercado de Abasto de Ciudad del Este y Hernandarias.

Este trabajo les posibilitó acumular una amplia experiencia en la producción con calidad. “No tememos a los productos de contrabando, porque lo nuestro, cuando es bueno se quiere más en esta zona”, acotó.

Afirmó que un gran avance significaría si tuvieran la oportunidad de organizar a los pequeños productores, entender que la cooperación y unidad organizativa es la única vía de soporte al pequeño productor, además de la necesaria asistencia directa del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través de sus dependencias.

Destacó que por falta de sistema de riego y media sombra, muchísimos horticultores perdieron sus productos a causa del sofocante calor, al detallar que él particularmente perdió más de 600 kilos de locote, a punto de cosecha.

Expresó que las financiaciones privadas son muy elevadas para adquirir los insumos y que hasta ahora no encuentran lo necesario en los organismos estatales para impulsar a los productores y satisfacer al mercado local. “La gente quiere lo nuestro porque son productos con procedimientos naturales sin agroquímicos ni modificaciones genéticas, lo mismo ocurre con todos los productos tradicionales de la chacra”, expresó.