Los trabajos de reforestación del Área de Embalse de Itaipu siguen su curso normal. Así lo afirmó el martes, 14 de febrero, el jefe de la División de Acción Ambiental de la entidad, Benjamín Iglesias. La citada dependencia es la encargada de promover la acción “Restauración de Ecosistemas Forestales-MD” que se viene realizando desde hace más de 20 años y con muy buenos resultados.

“La finalidad del proyecto es lograr la recomposición forestal dentro de la franja de protección del Lago de Itaipu”, manifestó Benjamín Iglesias, al tiempo de sostener que el trabajo incluye las áreas que están bajo protección de la entidad a fin de proveer el hábitat necesario para la conservación de la biodiversidad (fauna y flora nativa) de la región.

Según el especialista, con esta tarea se trata de proteger las cuencas hidrográficas, ya que la acción está comprometida a contribuir a la implementación de un corredor de biodiversidad- bioceánico.

Asimismo, el plan de trabajo busca recuperar la belleza escénica de los recursos naturales, turísticos y educacionales de la zona.

Según los datos, los trabajos de reforestación del área de Embalse de Itaipu se iniciaron en el año 1991, a consecuencia de la existencia de innumerables áreas degradadas que ponían en riesgo la calidad del agua del Lago Itaipu, a causa del arrastre de los sedimentos.

Hasta la fecha se ha plantado 3.178.095 mudos en 3.174 hectáreas, aproximadamente. En épocas pasadas, los trabajos se realizaban en conjunto con empresas contratistas, pero actualmente las tareas se llevan a cabo a través de convenios con Asociación de Agricultores de la zona, especialmente pobladores que viven en las proximidades de la poligonal envolvente.

Los mismos realizan seguimiento y fiscalización del establecimiento y evolución de las parcelas reforestadas. La meta es llegar a consolidar los trabajos, según indicó.

En 2012 se tiene como meta reforestar 1.000 hectáreas en las áreas protegidas. En lo que va del año, ya fueron distribuidos 50.000 plantines de especies nativas a 300 Escuelas de 17 Departamentos del país en el marco del Programa “Escuelas Abiertas”, implementado por el Ministerio de Educación y Cultura y el Viceministerio de la Juventud.

“Cabe resaltar, que la Dirección de Coordinación Ejecutiva, posee un excelente equipo técnico, quienes planifican, asesoran y fiscalizan desde el año1991, los trabajos que se realizan dentro de este programa”, manifestó el Jefe de la División de Acción Ambiental.

A modo de enumerar los objetivos de la acción, se destacan los siguientes puntos:

• Disminución de la erosión del suelo, hídrica y eólica, que puede ocasionar el arrastre del suelo desprotegido y por ende la conmutación de los cursos de agua.

• Mejorar la calidad del agua, evitando o disminuyendo el arrastre de residuos tóxicos utilizados en forma irracional por labores agrícolas y ganaderas.

• Protección de las cuencas hidrográficas, manantiales y cursos de agua, tributarias del Lago Itaipu.

• Disminución de los efectos climáticos, actuando como cortina rompe vientos o filtros de emisiones de gases o polvos derivados de la industria.

• Mantener una floresta ciliar alrededor del Lago, similar al paisaje natural original.

• Proteger, incrementar y conservar la fauna silvestre, la biodiversidad y el equilibrio biológico en la franja costera.

• Facilitar la recolección de semillas y materiales para la investigación científica y educativa.

• Recuperación de la belleza escénica de los recursos naturales.

• Recuperación del corredor biológico.

• Mejorar la calidad de vida socio ambiental a los pobladores de la zona de influencia.

Las especies nativas utilizadas son; aguai, kurupay´ra, lapacho,laurel,petereby, inga,cedro, guatambú, ñangapiry, entre otros.

Beneficio económico

Gran parte de los terrenos donde actualmente se realizan los trabajos fueron recuperados por la Dirección Jurídica de Itaipu. El objetivo es llegar a reforestar las zonas más dañadas que van desde el Alto Paraná, Caaguazú y Salto del Guairá.

El beneficio brindado por el plan de trabajo puede ser vista desde dos perspectivas: una, referente a la cuestión ambiental y, la otra, a la parte económica, según Daniel Pereira, de la Asesoría de Planeamiento y Coordinación de Itaipu, dependiente de la Dirección de Coordinación Ejecutiva.

“Lo bueno es que estamos cuidando nuestro lago, porque la sedimentación del mismo significaría un peligro para la vida útil de nuestra represa. Es decir, tener más cuatro o cinco mil hectáreas de bosques ayudaría proteger a la Central Hidroeléctrica misma”, aseguró Pereira. Igualmente destacó el impacto económico que permite el proyecto.

“A más de generar un impacto ambiental, está generando un impacto económico demasiado importante y también un efecto multiplicador enorme. Esto va a fortalecer bastante económicamente a nuestra comunidad”, finalizó.