Como una opción de salud y renta, Itaipu Binacional impulsa el rescate de plantas medicinales, a través de la cadena productiva, insertándose en un plan exitoso compartido por importantes organizaciones de la sociedad civil.

Como precedentes para el avance en este rubro se puede mencionar el trabajo de la Asociación Tesai Reka Paraguay, una organización de reconocida trayectoria en el país, por su labor en el área de la salud con enfoque de derechos, principalmente a nivel de las comunidades rurales.

Desarrolla acciones con énfasis en el sector de la salud comunitaria y los años de trayectoria le han permitido contribuir en una experiencia nacional que se constituye en un modelo de asistencia en atención primaria de la salud.

La cadena productiva impulsada por Itaipu pretende promover y estructurar la producción de plantas medicinales y aromáticas en su zona de influencia. Es una iniciativa basada en la experiencia ya existente en nuestro país sobre el uso de las plantas nativas medicinales y los conocimientos populares que lo envuelven, en particular basado en la experiencia de trabajos desarrollados por las organizaciones de base que integran la Asociación Tesai Reka Paraguay en Canindeyú.

En Alto Paraná, también varias organizaciones que conforman la Central de Productores Feriantes del Alto Paraná, se han insertado en las iniciativas de capacitación, producción y comercialización que apoya la entidad.

De esta manera las organizaciones se suman a la iniciativa de la Itaipu Binacional de rescatar la tradición de consumo de las plantas medicinales del Paraguay, además de generar una opción ocupacional rentable, teniendo en cuenta que la herboristería cada vez tiene más amplio mercado dentro y fuera del Paraguay.

En este contexto se desarrolla una agenda de asistencia técnica y distribución de mudas en varios puntos del país, trabajo que despierta un alto interés comunitario.

Además de las mudas Itaipu distribuye muestras de los remedios yuyos procesados y envasados en el Centro Ambiental de Hernandarias, como una forma de incentivar el consumo.

En el vivero del Centro Ambiental se producen varias de las especies más requeridas para el stock de la “farmacia natural”, y así se avanza en el desafío de reforzar la vuelta a esta alternativa para la salud, en este país de costumbres etnobotánicas.

Mudas como “Corazón de Indio”, Jaguarete Ka á, Cedrón, Ambay, Chirca, Boldo, Clavo de Olor, Albahaca, Poleo, y otras, enriquecen el vivero del Centro Ambiental, las cuales son distribuidas para su reproducción a comités de diferentes comunidades del Alto Paraná y de otros puntos del país.

En el vivero de la Itaipu Binacional se cuenta también con la máquina procesadora para el secado y el embalaje, con el fin de elaborar los muestrarios que también son distribuidos durante las jornadas de capacitación.

El equipo técnico del área de plantas medicinales concretó cursos de capacitación con comités de las colonias Fortuna, Torybete y otras en el Alto Paraná. También se programaron cursos en la Granja de la Esperanza en la Paloma, Canindeyu, un centro de recuperación de jóvenes adictos. También trabaja con varios comités de diferentes comunidades del Alto Paraná.

Opción de renta para numerosas familias

Los técnicos del Centro Ambiental señalaron que el cultivo, envasado y comercialización de las plantas medicinales constituyen una opción segura de renta para miles de familias paraguayas, por lo que consideran de gran interés el trabajo.

El mercado local se abastece cada vez con mayor cantidad de hierbas medicinales, procesadas y presentadas en diferentes opciones como aceites esenciales, perfumería, cosméticos, té y los infaltables condimentos para la cocina.

Sectores indígenas también suman protagonismo

Los planes de capacitación también incluyen a las familias indígenas, quienes a través de sus respectivas asociaciones podrán acceder a la asistencia técnica y el acompañamiento para desarrollar la producción de plantas medicinales.

Este programa se desarrolla con el objetivo de potenciar el esfuerzo propio de las familias. El emprendimiento forma parte de una de las alternativas generadas para mejorar la calidad de vida en las comunidades a través de la producción de especies de herboristería con calidad orgánica, económicamente rentable, basada en métodos de producción saludables para los productores con características socio-ambientalmente sustentables.

En el proyecto actual de cadena productiva de plantas medicinales del Departamento de Canindeyú, también se están acoplando los integrantes de la comunidad indígena Aché de Ybyrarobana.