ITAIPU Binacional, a través del Centro Ambiental Tekotopa, recibió a dos pichones de guacamayo azul y amarillo (Ara ararauna) entregados por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES). Esta acción se enmarca en un convenio de cooperación que forma parte del Proyecto Canindeyú, el cual busca rehabilitar y reintroducir esta especie en su hábitat natural tras su desaparición en la región.

Diana Pésole, veterinaria del Centro de Investigación de Animales Silvestres de ITAIPU (CIASI), explicó que las aves serán sometidas a una evaluación clínica para determinar su estado de salud e ingresarán a un periodo de cuarentena donde recibirán los cuidados necesarios. Posteriormente, se hará la integración gradual con otros juveniles que ya forman parte del Proyecto Canindeyú, en uno de los recintos del centro ambiental.

Carlos Coronel, fiscalizador del MADES, explicó que estos pichones de guacamayos son el resultado de un operativo en el cual se interceptó el tráfico ilegal de esta especie. La recuperación es parte de una estrategia nacional contra el tráfico de vida silvestre, esfuerzo en el cual el ministerio ha reforzado sus operativos y colaboraciones interinstitucionales.

“El tráfico ilegal de fauna es uno de los grandes desafíos que enfrentamos. Como autoridad responsable, estamos comprometidos en su combate con acciones concretas y alianzas estratégicas como las que sostenemos con ITAIPU”, expresó Coronel. Resaltó además el trabajo de sensibilización y recuperación que se realiza junto al Centro Ambiental Tekotopa en favor de estas especies amenazadas.

Julio Mareco, de la Dirección de Vida Silvestre del MADES, indicó que la colaboración con ITAIPU, a través del Tekotopa y el CIASI, ha permitido rehabilitar y, en algunos casos, liberar a animales rescatados del tráfico. “La entrega de estos guacamayos no solo representa un acto de cooperación interinstitucional, sino también un paso más en la misión de preservar la biodiversidad de Paraguay”, señaló.

La colaboración entre ITAIPU y el MADES reafirma el compromiso de ambas instituciones en la lucha contra el tráfico de fauna y la conservación de especies nativas, una labor que destaca la importancia del esfuerzo conjunto para la protección de la vida silvestre.