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Medio Ambiente
Itaipu entregó ejemplar de tapir a la comunidad Aché de Naranjal
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11/07/2012

De acuerdo al programa de recuperación faunística silvestre del zoológico del Centro Ambiental de Itaipu en Hernandarias, se entregó un ejemplar de Tapir a la Comunidad paranaense Aché de Puerto Barra, Naranjal, el 10 de julio.

Se trata del segundo ejemplar que se entrega a la comunidad ya que el año pasado ya se le había entregado el macho, además de ejemplares de carpincho.

Manuel Galiano, jefe del departamento de Embalse y Áreas Protegidas de la Dirección de Coordinación Ejecutiva de Itaipu calificó como un hecho muy importante esta nueva donación considerando el gran simbolismo religioso que tiene esta variedad de animal para los nativos de la comunidad.

“Me parece excelente esta oportunidad que les estamos dando para poder reencontrarse con parte de su religión, de su historia, de su simbolismo”, expresó.

“También implicará una oportunidad importante para que con esta pareja de tapir se pueda iniciar la cría de esta especie, es una intención nuestra dentro del departamento poder crear una red nacional de criadores de animales silvestres para lo cual ya se está trabajando en el zoológico, de la División de Áreas Protegidas de tal forma a crear un banco genético importante en el país”, indicó.

Mencionó que en tal contexto se clasificarán los animales silvestres en peligro de extinción y los que no están en riesgo. Para este desafío lo primero que se requiere es la disposición y la conciencia de preservar la riqueza y la vida silvestre y en el caso particular de la comunidad Aché, tiene un significado mucho más profundo desde el punto de vista que el tapir tiene una importancia inclusive religiosa, cultural e histórica, conforme a lo manifestado por Galiano.

Condiciones para la procreación

Andrés Colmán, del área de investigación del zoológico refirió que uno de los objetivos del zoológico es educar y liberar especies en áreas protegidas cuando las condiciones están dadas. En otros casos, también se cuenta con gente que tiene condiciones para la liberación de animales, como la comunidad Aché que cuenta con un potrero para el efecto donde se puede tener cómodamente a los tapir.

Colmán recordó que en noviembre del año pasado ya se había entregado a la comunidad un tapir macho, carpinchos y ahora el tapir hembra, con el objetivo de que se reproduzcan.

“Los Aché tienen un amor muy especial a los animales silvestres, por lo que creemos que se está cumpliendo una de las metas del Centro Ambiental de entregar ejemplares a una comunidad muy consubstanciada con los desafíos de preservación de la vida silvestre”.

Mencionó que el tapir es una especie emblemática para la Comunidad Aché y que la misma tiene condiciones de cuidar las especies con esmero. También señaló que los técnicos de Itaipu realizan un seguimiento ininterrumpido a la comunidad luego de la entrega de los ejemplares, manteniéndose en contacto a través de visitas periódicas.

“Los animales están en óptimas condiciones y están aptos para la procreación, porque la comunidad es muy laboriosa y tiene posibilidades de generar alimentación adecuada para los mismos”, aclaró.

Dijo también que es una de las mejores comunidades indígenas que tiene capacidad de elaborar y ejecutar programas y proyectos y que se merece el apoyo de Itaipu y que inclusive existe actualmente interés de apoyo por parte de empresarios privados que están ofreciendo en donación, una importante cantidad de ejemplares.

José Anegui, cacique de la comunidad significó que la iniciativa de Itaipu “les impactó mucho porque varios ancianos que viven todavía en el monte, lloraron de emoción con la primera entrega pues conocen la historia del tapir, cuyo nombre llevaban muchos de los ancestros”.

“Mi papá recuerda a su padre y a su madre, entonces llora al ver al tapir que es un animal muy especial para nosotros y que en esta época ya es muy difícil de ver. En la escuela nos contaban la historia, ahora los niños pueden verlo y palparlo, están mucho más motivados y alegres desde que llegó el animal a la comunidad”, destacó.

Anegui añadió que tras la colonización se perdieron casi todos los bosques y animales y “nosotros no podíamos conocer este animal tan relacionado con nuestras creencias, nuestra historia, yo mismo cuando Itaipu trajo el primer ejemplar pude conocer el tapir por primera vez”, resaltó.

También dijo que todos los integrantes de la comunidad están comprometidos para el cuidado y la eventual crianza de los animales que vayan naciendo ya que los ancianos son especialistas en el cuidado e irán transmitiendo la experiencia y conocimientos a los niños y jóvenes.

Lucio Reyes, técnico especializado en el manejo de animales silvestres del zoológico de Itaipu, destacó que la entrega implica un proceso muy lento porque hay que conocer las características de los animales para realizar un trabajo adecuado.

Expresó que los animales están en buenas manos y que en el Centro Ambiental ya hay muchas reproducciones nuevas, con genética nueva para el mejoramiento de las especies. Comentó que para la reproducción de tapir lleva un tiempo de 14 meses de gestación, que es posible en un hábitat normal.

“Se nota la felicidad en el rostro de los niños, jóvenes y adultos Aché, por lo que nosotros también nos sentimos contentos por el trabajo realizado para apuntalar con la comunidad un desafío muy grande para la preservación de especies muy importantes de la fauna paraguaya”, manifestó.