La Directora de Coordinación, Sady Aranda, recorre las dependencias del Guaraní ropy, donde están expuestas las culturas de los pueblos originarios.

Guaraní Ropy, o casa de los pueblos originarios es el espacio inaugurado en el Centro Ambiental de Itaipú Binacional, donde se pretende crear conciencia hacia los pueblos indígenas como sujetos de derechos, y convertirlos en activos partícipes de la gestión de programas y planes de acción para potenciarlos como pueblo.

El evento contó con la presencia de líderes de varias comunidades indígenasde Alto Paraná, Caaguazú y Amambay. Guraraní Ropy ya está abierto para el público en general.

Líderes de comunidades indígenas posan con la directora de Coordinación y directivos de Gestión Ambiental, frente al Guaraní Ropy.

La Directora de Coordinación, Sady Aranda sostuvo que para la entidad es un orgullo inaugurar un proyecto a través del cual se pretende dar protagonismo a los pueblos originarios. “Este es el momento en que la Dirección de Coordinación hace lo que debe de hacer, porque está dentro de su misión atender a los pueblos indígenas.

Es un espacio vivo para ellos, para que nos visiten, para que estén con nosotros, que nos planteen sus proyectos, y para poder tenerlos más de cerca, conocerlos más y ayudarlos”, enfatizó.

Sady Aranda, Directora de Coordinación.

La directora no pudo ocultar su emoción al compartir con los representantes de los pueblos indígenas. “Estoy muy emocionada, es uno de los eventos más emotivos en los que me tocó participar desde que estoy en la Dirección de Coordinación, aseguró.

Cirilo Ledesma.

Por su parte, el Superintendente de Gestión Ambiental, Cirilo Ledesma, calificó el hecho como un homenaje justo a los pobladores de antaño, originarios de nuestra tierra. “Es la forma de redimir a estas culturas.

Es un espacio donde vamos a tener la posibilidad de dialogar, de encontrarnos y tratar algunos proyectos con las comunidades, con los denominados pueblos originarios de nuestro país.

Como paraguayos tenemos deudas muy grandes todavía con los pueblos milenarios, esperemos que a partir de hoy, podamos trazar líneas de trabajo con ellos, para que de alguna manera, podamos darles mejores condiciones de vida”, acotó.

CONCIENCIA

Sara Benítez.

Durante el acto estuvo presente Sara Benítez, representante ante el Foro Mundial de Pueblos Indígenas del Cono Sur. La misma resaltó que con este emprendimiento, la Binacional está demostrando una nueva conciencia hacia las comunidades indígenas.

“Por sobre todo, el objetivo es la apertura de la entidad de una manera diferente, con la participación de los pueblos indígenas, como sujetos de derecho pleno, en donde ellos mismos puedan sentarse a conversar, diseñar y definir de qué manera esperan que la entidad pueda brindarles el apoyo que necesitan y merecen en derecho”, mencionó.

En otro momento resaltó que los indígenas están emocionados, pues después de 40 años, por primera vez sienten que tienen un espacio vivo, real, donde pueden plantear sus ideas. “Porque lastimosamente, no solo aquí sino en todo el país, siempre se los ha remitido a piezas de museos, ellos no son elementos de la memoria, son memoria viva, existen aún, lo que tenemos que hacer es revitalizarlos entre nosotros”, enfatizó.

SUEÑOS

Miguel Cardozo.

Uno de los principales artífices del proyecto, Miguel Cardozo, dijo que Guaraní Ropy pretende ser un espacio de trabajo, de sueños y esperanzas de los pueblos originarios. “Desde este lugar queremos mostrar toda la belleza del pueblo guaraní, que se expresa a través de la cultura, a través del arte, específicamente a través de la artesanía, porque todas estas artesanías revelan una cosmovisión, revelan una antropogénesis y cosmogénisis del mundo guaraní, que como paraguayos debemos conocer porque ellos son los verdaderos padres de nuestra patria, los verdaderos señores de nuestra tierra, a quienes debemos de darles el lugar, el honor, el valor que realmente tienen como personas, como dueños y señores de nuestra tierra”, enfatizó.

CASA EMBLEMÁTICA

Gustavo Ovelar.

El Guraní Ropy funciona en una de las casas emblemáticas del Centro Ambiental, que fue readecuada para este emprendimiento.

“Esta casita es emblemática para nosotros porque fue la primera casita que se construyó cuando comenzó el vivero forestal, donde se producían mudas para las reforestaciones, parquizadas de las áreas, acá comenzó la Superintendencia de Gestión ambiental”, explicó Gustavo Ovelar, jefe de Departamento.

El funcionario explicó que para este proyecto, se introdujeron algunas mejoras, de tal forma a contar con todas las comodidades que ahora ya están a disposición de los integrantes de las comunidades indígenas de nuestro país.