Motor del desarrollo nacional con rostro humano

Medio Ambiente
Escuelas y comunidades indígenas recomponen su hábitat
Tamaño de la letra
15/08/2012

La Superintendencia de Gestión Ambiental, a través de la División de Acción Ambiental (MAPA.CE) refuerza el apoyo a las comunidades indígenas, capacitándolas en la reforestación de su hábitat, a fín de mejorarlo.

Luego de la capacitación iniciada la semana pasada, realizaron plantaciones de diversas especies frutales en las comunidades de Yvyramo´a y Puesto kué, del Distrito de Presidente Franco y la Comunidad Arroyo Guasú, del Distrito de Minga Porä.

En cada comunidad fueron entregados 500 plantines de diversas especies de árboles frutales que servirán de sombra y alimento para los habitantes de las mencionadas localidades, afectadas por la deforestación y carencia de cítricos.

En primer lugar se ha procedido a la capacitación sobre técnicas y procedimientos de plantación y los cuidados culturales que deben realizarse posteriormente. Técnicos de Itaipu, maestros, padres de familia, juntamente con los niños y niñas, realizaron el esfuerzo mancomunado para plantar las mudas en torno a las escuelas. Las familias también recibieron mudas para plantarlas en torno a su comunidad (tekoha).

La importancia de la relación entre la comunidad y el tekoha es que esa noción de “vivir bien” supone para los guaraníes vínculos armoniosos con la naturaleza y el respeto de sus leyes, teniendo en cuenta que en la cosmovisión guaraní los seres humanos hacen parte de la comunidad de los seres vivos, y que entre sus miembros existe creciente interdependencia, según explicó el Técnico Miguel Cardozo, de MAPA.CE.

“Entre los guaraníes existe una visión integradora y una concepción religiosa de la naturaleza que incide enormemente en las formas en que representan las relaciones entre el avá, la comunidad y la naturaleza”, destacó.

Agregó: “En esa visión los componentes básicos de la naturaleza: el agua, el sol, el aire y la tierra, incluyendo los montes, están integrados el uno al otro y se necesitan recíprocamente. Ellos son una misma cosa y están destinados a crear y mantener la vida”.

Explicó además que al realizar este tipo de trabajo en las comunidades indígenas, es como recomponer este sistema integrado donde la naturaleza es el santuario de la vida y del propio creador. “Esto es reflejo de aquel principio que los rige, donde las normas del manejo de las plantas y de los otros recursos naturales y lo religioso, tienen el mismo sentido”, refirió.

“Desde el momento que la religión no constituye una esfera separada de la vida, el que usa indebidamente los recursos naturales se está apartando de las normas religiosas”, dijo al explicar que se trata de una visión que integra los procesos naturales y los socio-culturales. En ella las formas de uso sustentable de ecosistemas están estrechamente ligadas a los mecanismos comunitarios”, puntualizó.

Anunció que desde la Superintendencia de Gestión Ambiental se enfatiza un trabajo que contempla el uso de estos principios de los Pueblos Originarios, con el fin de ir recomponiendo el tekoha, promoviendo a su vez con estas prácticas sus conocimientos y culturas ancestrales, ricos en la defensa y protección del medio ambiente.

Es estas tareas de modo particular destacamos la colaboración de los técnicos de la División de Acción Ambiental y la colaboración especial de los empleados del vivero forestal, quienes preparan las especies frutales y nativas entregadas a los Pueblos Originarios del área de influencia de Itaipu. Cooperaron con las tareas, Lugo Caballero, Humberto Galeano, Silvino Amarilla y Miguel Cardozo.